Caos contra caos, tu boca contra la mía, nuestros labios en guerra de silencios y besos que estallan en el vacío. Sentirte contra mi, sobre mi alma entera. Tu olor, tus gestos, tu forma de mirar, de clavarme estacas en el pecho con solo respirar. La curva perfecta de tu sonrisa, al precipicio del abismo de mi risa. Y ver el infinito y como se precipita sobre la ventana y la cornisa, desplegar las alas y echar a volar, olvidar, regresar, el fuego y su crepitar, mi pecho y su salvajes sacudidas al palpitar. Frío. Frío helado, desolador y desolado, frío de tus manos. Te quiero aquí, derritiéndome contra tu piel y tus besos, tu recuerdo y tu silencio.
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